miércoles, 27 de julio de 2011

DECLARACIÓN POLÍTICA DEL MOVIMIENTO DE MUJERES DE IZQUIERDA ANTE LA EMERGENCIA NACIONAL 17 de julio.

http://www.mujeresdeizquierda.org.mx/

Deportivo Villa Olímpica, Tlalpan, Ciudad de México, a 17 de julio de 2011.

¡Contra la guerra, la militarización y el autoritarismo!

¡Por la garantía y ampliación de los derechos humanos de las mujeres!

¡Para desplazar a los neoliberales del gobierno!

¡Todas a construir el Movimiento de Mujeres de Izquierda ante la Emergencia Nacional!

Mujeres y Organizaciones asistentes y participantes en el

Encuentro de Mujeres de Izquierda ante la Emergencia Nacional

CARTA ABIERTA DE LA COMSIÓN COORDINADORA ESTRATÉGICA DEL XII ENCUENTRO FEMINISTA LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE


Bogotá, 2 de julio de 2011Queridas feministas:
Desde la Comisión Coordinadora Estratégica del 12 Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe enviamos esta carta abierta a todas las mujeres feministas del país y de la región a propósito de las divergencias sobre la elección del sitio del 12 Encuentro: el hotel Crown Plaza Tequendama.

Desde hace dos años hemos tomado decisiones conjuntas sobre distintos asuntos políticos y operativos, las hemos discutido, las hemos repensado y hemos desarrollado un ejercicio muy rico de aprendizaje colectivo, de sentimientos y razonamientos, y de construcción de consensos entre mujeres feministas con trayectorias amplias que dan cuenta de nuestras luchas por la paz, contra el conflicto, por la pluralidad y por la diversidad. Somos mujeres feministas que le apostamos a la transformación desde el feminismo en todos los ámbitos en los que actuamos tanto privados como públicos.

E
scuchamos desde la razón y el corazón las múltiples observaciones, críticas y sentires dirigidos a la Comisión Coordinadora Estratégica (CCE), o a integrantes de las comisiones de trabajo, de parte de feministas de la región en torno a la escogencia del sitio para la realización del 12 Encuentro. Agradecemos los que fueron expresados desde un lugar de reconocimiento de los múltiples retos que la organización de un Encuentro como este implica. También escuchamos a quienes manifestaron su disenso, reconociendo, la multiplicidad de voces y expresiones que constituyen el movimiento feminista en Colombia y la región de Latinoamérica y el Caribe.

H
emos hablado y reflexionado mucho entre nosotras, examinando sentimientos encontrados, resonancias y disonancias, memorias personales y vivencias en contextos tan dolorosos como los referidos en algunas de estas comunicaciones sobre el horror de la guerra y el efecto de la militarización de nuestros países, en nuestros cuerpos, en nuestras vidas y en las de las mujeres por y con las que trabajamos. Por eso nos tomamos un tiempo para desenredar nuestros propios cuestionamientos, trascender las lógicas dicotómicas y, desde ahí, re-conocer y re-conocernos en nuestras identidades y trayectorias y llegar a una lógica dialogante lo más clara y amplia posible sabiendo que en todos los procesos de organización de los Encuentros en estos treinta años se han dado y se seguirán dando críticas al enfoque, el formato, la metodología, los espacios y los temas articuladores… Sabemos, además, que esto hace parte de la riqueza de nuestro movimiento.

L
amentamos que algunas de las críticas recibidas provengan de mujeres que sólo expresaron su disenso frente el espacio escogido cuando la decisión se hizo pública, pues creemos en la necesidad de tejer puentes de diálogo que permitan llegar a soluciones políticas y prácticas en los momentos pertinentes. Pero en este complejo proceso también hemos recibido apoyos solidarios de muchas feministas del país y de la región que han abrazado nuestras decisiones políticas y prácticas impulsándonos a continuar. Muchas de ellas han acompañado políticamente la organización del Encuentro en el entendido de que se trata de un esfuerzo regional.

E
l trabajo que hicimos para escoger el lugar del 12 Encuentro se expresa, entre otras, en la exhaustiva investigación que realizamos no sólo en trece ciudades del país sino en diversos sitios de Bogotá, la ciudad elegida para el 12 Encuentro, como ya lo comunicamos en la Boletina 5 (www.12encuentrofeminista.org).[1] En esta investigación tuvimos en cuenta profundas consideraciones políticas y logísticas cuyo objetivo último es lograr que el número de mujeres previsto pueda participar en el 12 Encuentro. Alojarnos en un mismo lugar nos facilita encontrarnos, nos da la posibilidad de estar juntas en las mismas condiciones y, hasta donde sabemos, el Crown Plaza Tequendama es tal vez la opción más económica de esta ciudad y la que nos permitirá desatar, desnudar y reanudar los múltiples asuntos que nos ocupan como feministas.

D
esde hace dos meses cuando decidimos escoger el Crown Plaza Tequendama como lugar del 12 Encuentro le apostamos a nuestra capacidad feminista de re-significar este espacio. Sabemos que podemos hacerlo como también lo han hecho muchas otras mujeres en espacios como este con enormes cargas históricas y simbólicas en un país y una región atravesados estructuralmente por décadas de conflicto armado, narcotráfico, corrupción y violencias en sus múltiples expresiones. Re-significar los espacios es un tema de construcción colectiva que tiene por objeto transformar el interior del lugar, las caras que circulan, las voces que se levantan y los cuerpos que se posicionan ahí.

E
l Crown Plaza Tequendama es un hotel con sistemas de seguridad y vigilancia con los mismos estándares de cualquier hotel similar en otro lugar del mundo y en el cual se han desarrollado reuniones y eventos de todo tipo, incluidos algunos definitivos para la historia de Colombia como fue la firma de la Constitución de 1991, y tan emblemáticos como las reuniones realizadas por mujeres que luchan contra la guerra, por la paz y por la justicia, entre muchos otros.[2]

T
eniendo en cuenta lo anterior, hicimos un ejercicio de repensar la decisión inicialmente tomada en forma unánime por la Comisión Coordinadora Estratégica. En este ejercicio recogimos las voces de las integrantes de las comisiones de trabajo y los aquelarres regionales en torno al 12 Encuentro. Reflexionamos de manera comprometida y responsable sobre lo que implica cambiar de lugar a menos de cinco meses del Encuentro. Hacerlo significa, muy probablemente, poner en riesgo no sólo su realización sino también los múltiples compromisos ya adquiridos con donantes y los acuerdos establecidos para la realización de múltiples actividades que se llevarán a cabo en los espacios aledaños al Crown Plaza Tequendama. Así mismo, se afectarían los compromisos establecidos con muchas mujeres de Colombia y de toda la región que realizarán reuniones previas y posteriores al Encuentro y que han tomando decisiones y adelantado gestiones a partir de los avances anunciados relativos al lugar, la fecha y otros aspectos políticos y logísticos del Encuentro.

S
abiéndonos acompañadas, reafirmamos hoy la decisión mayoritaria, aunque no unánime, de mantener la realización de nuestro Encuentro en el Crown Plaza Tequendama y aprovechar todo el debate que se ha generado en torno a esta decisión para avanzar en nuestras reflexiones alrededor de preguntas necesarias para el feminismo latinoamericano: ¿Qué es y cómo ser feminista y pacifista en Colombia y en la región hoy? ¿Qué significa ser feminista y antimilitarista en Colombia y en la región en la actualidad? ¿En qué se traduce el ejercicio de la no violencia en Colombia, en la región y entre nosotras mismas como feministas? Estas y otras preguntas pueden transformarse en pro-vocaciones que seguramente harán parte de los debates sustantivos que se darán en el 12 Encuentro.

M
antenemos nuestro compromiso con la organización de este Encuentro histórico que nos permitirá, a la luz de treinta años de encontrarnos, desatar, desnudar y reanudar nuestros andares feministas en Latinoamérica y el Caribe.
Un abrazo sororal,
Comisión Coordinadora Estratégica
Ana Cristina González, Beatriz Quintero, María Cristina Suaza, Florence Thomas, Marina Bernal, Mónica Sánchez, Paola Salgado, Vanesa Gómez[3]


[1]La CCE realizó una exhaustiva investigación no sólo en trece ciudades del país sino en diversos sitios de Bogotá: (i) el eje de la calle 26 y varios hoteles aledaños. Esta opción era muy costosa y encarecía de manera insostenible los costos del Encuentro, (ii) La Candelaria, el sitio al que se le dedicó más tiempo y energía porque nos gustaba mucho la idea de estar en el Centro Histórico. Sin embargo, tenía muchos problemas: no había suficientes lugares para reunirnos ni posibilidad de realizar un número grande de actividades paralelas. Había muchas barreras para llevar alimentación a todas, incluida la prohibición de entrar comidas a los lugares que más nos gustaban. Algunos de esto lugares, ya desde principio de año tenían actividades planeadas en sus auditorios y, por lo tanto, no se podían utilizar algunos salones todos los días. Adicionalmente, el alojamiento para las mujeres, si se hacía la reunión en esta zona de la ciudad, implicaba una dispersión grande entre distintos hoteles que iba a dar origen a condiciones desiguales para algunas, dificultades para la movilización y distancias muy variables entre hoteles y el sitio del 12 Encuentro. Al final iba a ser difícil encontrarnos, (iii) Entre las universidades también se evaluó la Universidad Nacional pero no cumplía con las condiciones sanitarias mínimas para acoger a más de mil mujeres simultáneamente y nos presentaba otras dificultades de orden práctico. Otras universidades, en general implicaban que se separara el sitio del Encuentro y el alojamiento con los problemas que esto trae. Finalmente, se identificaron algunos criterios que permitieron tomar esta difícil decisión: entre otros, la posibilidad de estar concentradas en un solo sitio fue un elemento importante. Igualmente, el que fuera económico, quizá el más económico de esta ciudad, nos permitiría realizar el Encuentro con la cantidad de mujeres planeada y con el menor costo posible para las asistentes.
[2]Por lo demás, los fondos que como empresa capta el Crown Plaza Tequendama se destinan a apoyar a las esposas e hijos/as de los soldados que han muerto en combate o que han quedado incapacitados para mantener a sus familias.


[3]Aclaramos que Cecilia Barraza y Sandra Montealegre expresaron su desacuerdo con esta decisión y resolvieron, a título individual, renunciar a la Comisión Coordinadora Estratégica. Queremos agradecer los valiosos argumentos que aportaron ambas a la discusión en torno a la revisión de la decisión de llevar a cabo el 12 Encuentro en el Crown Plaza Tequendama, así como en muchas otras discusiones que han alimentado las decisiones en torno a la organización del 12 Encuentro

domingo, 17 de julio de 2011

Alta Comisionada de la ONU, Navy Pillay, se reúne con OSC de mujeres

 BOLETÍN CIMAC
México DF, a 7 de julio de 2011

• Interlocución, efectividad de su mandato, pronunciamientos y prioridad de los Derechos Humanos de las mujeres.
Pidieron OSC a la representante de Naciones Unidas la creación de un mecanismo de interlocución permanente con la sociedad civil, la efectividad y prioridad de los Derechos Humanos (DH) de las mujeres en su mandato, y la existencia de pronunciamientos sobre los retrocesos en los temas de DH de la población femenina, fueron las peticiones que Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) hicieron a la Alta Comisionada de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Navi Pillay, en su visita a México.
“En México las voces de las mujeres han sido acalladas por la violencia estructural y la guerra sin razón y estéril que vivimos, y por eso pedimos un minuto de silencio para recordarlas y para desde el silencio escucharlas…”, denunciaron las defensoras al abordar el clima de impunidad que se vive en México y la tolerancia del Estado mexicano a la violencia contra las mujeres.
Los temas tratados fueron: acceso a la justicia para las mujeres víctimas de violencia (feminicidio, violencia sexual, desapariciones y trata de mujeres y niñas); militarización y DH de las mujeres; violencia contra las defensoras de DH y periodistas; casos emblemáticos en Chihuahua y Ciudad Juárez; derechos sexuales, reproductivos y VIH; derechos económicos de las mujeres (laborales, propiedad, pobreza y agua); discriminación y los estereotipos en el ámbito cultural; derechos políticos de las mujeres, y mujeres con discapacidad.
En el país, 98.5 por ciento de los delitos quedan impunes, situación que permite la perpetuación de la violencia, tal es el caso del feminicidio, que si bien comenzó a documentarse a partir de la denuncia de los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez y Chihuahua, hoy se extiende en todo el país. En Jalisco –por ejemplo– en 2010 fueron asesinadas 81 mujeres y en lo que va de este año han sido asesinadas más de 50. En Nuevo León de 2000 a 2008 había un promedio de 23 mujeres asesinadas al año; en el 2009 esta cifra aumentó a 40, en el 2010 a 74, y en lo que va de 2011 ya suman 73 mujeres asesinadas en el estado.
En cuanto a la violencia sexual, según datos de la Secretaría de Salud, ocurren alrededor de 120 mil violaciones al año, es decir una cada cuatro minutos. Las desapariciones de mujeres y niñas es un tema que preocupa igualmente a las OSC. De enero a agosto de 2010 se registraron 957 desapariciones en cuatro entidades: Jalisco, Estado de México, Nuevo León y Chihuahua.
Las defensoras también dieron cuenta de las seis activistas (Bety Cariño, en Oaxaca; Josefina Reyes, Marisela Escobedo y Susana Chávez, en Chihuahua; e Isabel y Reyna Ayala Nava, en Guerrero), y tres periodistas (Selene Hernández, en el Estado de México; María Isabel Cordero Martínez, en Chihuahua, y María Elvira Hernández Galeana, en Guerrero) asesinadas entre 2010 y 2011.
Se recordó a Pillay los casos de la defensora indígena Obtilia Eugenio y las sobrevivientes de violencia sexual Valentina Rosendo e Inés Fernández, quienes han sido amenazadas por exigir el cumplimiento de las sentencias de la Corte Interamericana en los casos de violación por parte del Ejército; asimismo, el de la defensora Margarita Martínez, secuestrada el día que se reunió con un comisionado de la OACNUDH, y de la activista y periodista Lydia Cacho, amenazada de muerte el pasado 14 de julio.
En torno a los derechos sexuales y reproductivos, las OSC recomendaron a la Alta Comisionada instar al Estado Mexicano a que garantice la maternidad libre y voluntaria, y el acceso a la interrupción legal del embarazo. También que se elimine la criminalización de las mujeres por este proceso.
Las defensoras expresaron su preocupación por las condiciones en que viven las mujeres con discapacidad: con programas educativos poco útiles para la vida cotidiana, con servicios de salud no adecuados al tipo de discapacidad y que no garantiza su derecho a la salud física, sexual y psicológica, la falta de respeto y de inclusión en el ámbito social que las imposibilita para establecer una relación sentimental, por lo que se hizo un llamado al reconocimiento pleno de sus derechos y a su integración social como ciudadanas.
También se abordaron los casos de Evitelia Pacheco Ramírez (atacada por encabezar, junto con otras dos mujeres, el gobierno en la agencia municipal de Emiliano Zapata, Oaxaca), y Evic Julián Estrada (a quien no se le permitió ejercer su cargo cuando ganó las elecciones en San Juan Lalana, Oaxaca, en diciembre de 2010), como muestra de las complicaciones que enfrentan las mujeres para participar en los espacios políticos en México.
A su vez se denunció la poca participación femenina en el Poder Legislativo, donde las mujeres representan 26.7 por ciento de los 628 congresistas federales: 27.6 de 128 en el Senado, y 23.4 de 500 en la Cámara de Diputados.
Las defensoras solicitaron a la Alta Comisionada de DH de la ONU, Navi Pillay, que exhorte al Estado Mexicano a vigilar el cumplimiento de la legislación en materia de participación política de las mujeres, a adecuar las leyes para evitar que las representantes populares electas cedan su sitio a sus suplentes varones, y a condenar los actos de violencia cometidos contra las mujeres indígenas que participan en la vida política de sus comunidades.
Sobre los derechos económicos, se hizo un llamado a atender a las comunidades indígenas y campesinas, donde ocho de cada 10 mujeres es pobre y 18.2 por ciento de la población se encuentra en situación de pobreza alimentaria.
 El Estado mexicano ha recibido un total de mil 12 recomendaciones de mecanismos internacionales y regionales entre 2000 y 2010, de las cuales 279 se refieren a asuntos urgentes de atender para garantizar los derechos de las mujeres.
Tales recomendaciones emanan de 27 informes, 141 competen a la problemática de Ciudad Juárez. El Estado mexicano a nivel federal y estatal no ha cumplido de manera integral las recomendaciones, mientras que las violaciones a los DH en estos últimos cinco años se han agravado. El próximo 7 de octubre, a través del representante de Pillay en México, se revisará el cumplimiento de las solicitudes de esta reunión.